A veces quisiera dejar de pretender ser fuerte, quisiera que sepas en verdad quien soy, cuánto te quiero y te necesito a mi lado. Cuánto necesito que me cuides en mis momentos de dolor.
Moriría por volver a tenerte y que seas mío enteramente, sin pensar en ella.
Moriría porque pensaras en mí, porque durmieras conmigo, y sólo tuvieras tiempo para decirme cuánto me querés.
Moriría por volver a revivir nuestra primera noche juntos, nuestras tardecitas al sol, porque ahora sin vos todo es demasiado oscuro. Porque llegaste a mi vida sin que te necesitara, me atrapaste y no avisaste que algún día deberías de partir.
Me fallaste, y no te importó romperme el corazón. Me dañaste lascivamente, compulsivamente siguiendo tu camino con normalidad.
Y yo hoy sigo mi camino tristemente y a oscuras, sin tu luz.
Y sigo preguntándome porque vivo esclava de mi soberbia, de mi orgullo que no me deja acercarme a vos. Y me pregunto si estas bien sin mi, porque claro, yo no lo estoy sin vos.