Me critican, ellos sin saber de mi dolor. Me critican, ellos incapaces de observar más allá de mi risa falsa, de mi ingrata compañía, de mi eterna soledad.Me condenan justamente por creerme poco voluntariosa, ¿pero saben acaso lo que es levantarse cada día sin las menores ganas de vivir? ¿Qué saben ellos lo que es luchar contra uno mismo para no matarse por dentro ni expresarlo por fuera, para no manifestar a otros los deseos acuciantes de morir?, la necesidad de dormir eternamente.Me atormentan porque no comprenden que pueda ser sin hacer, existir sin colaborar para nada en esta triste vida. Y no es que no lo intento, me ahogo en mi desesperación por complacerlos, en mis esfuerzos más desesperados por hacerlos y hacerme feliz. Porque lo se, soy parte de ellos.Quisiera comprenderme para hacerlos entender también que nada es fácil para mí, que nada es tan simple como todos creen.Quisiera a veces volar alto y entender, cuándo fue que todo empezó, saber si es que algún día próximo las cosas van a aclarar. Y calmarlos para que sepan que este desastre que soy no siempre va a destrozarles la vida, no siempre va a llenarlos de dolor.Quisiera que sepan que puedo darles alguna vez algo de paz, algo de orgullo, algo de nietos. Quisiera sentarme con ellos y oírlos llorar, también, al leer mis cuentos que sean esta vez historias alegres las que hablen de mi y me aplaudan conmovidos. Quiero decirles cuánto los amo.
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