Si no me ama voy a desangrarme, dijo ella y rompió a llorar. A desaparecer sin penas ni glorias, ¿sin vos que más da?Dejó su Cutter de lado y comenzó a escribir ahogada en su llanto profundo y con el alma rota. Es preferible llorar que sangrar.Fumó más de veinte cigarrillos sin tragar el humo, pensando porque su vida era tan imperfecta y en cómo torcer su destino.Soñaba en vilo con un futuro feliz, sin rencores, sin marcas, sin tanta furia adentro.
Pensaba en todo ese tiempo perdido en el que lo había esperado en vano, todo ese tiempo que desperdició en la más absoluta soledad. Y no se arrepentía por haberle entregado su cuerpo tembloroso, su alma desnuda cientos de veces a cambio de nada, porque eso la hacía eternamente feliz, porque adoraba verlo así: exhausto y desnudo, empapado de placer y a u lado.Entonces escribió los versos más hermosos del mundo, versos felices, transgresores, todos dirigidos a él sabiendo que nunca llegarían a sus manos indiferentes y lejanas.
Ahora todo había cambiado. Ya no había noches de desnudos y placer, ya no había versos felices que escribir, sólo hermosos recuerdos.